Me fascina la capacidad de este
autor de describir y transmitir las emociones más complejas.
Esta pequeña novela me atrapó de tal manera que por momentos
llegué a sentir el miedo desolador que atormenta a su
protagonista.
Precioso homenaje de Patti Smith a su
amigo y amor de vida, Robert Mapplethorpe. Me emociona la manera
en que te traslada a ese estallido artístico en el Nueva York
de los 60 y 70. Y claro, después de leerlo, si viajas a la ciudad,
es imposible no acercarte al Chelsea Hotel a husmear un
poquito.
Las historias que más me conmueven siempre tienen que ver con la familia. Me lo recomendó mi amiga Anna Castillo y rápidamente se convirtió en uno de mis favoritos. Lleno de belleza y dolor. Delphine escribe sobre su vida, para así empezar a entender, y quizás, empezar a sanar.
Una maravilla. Novela
autobiográfica en la que Vivian Gornik retrata la compleja y genuina
relación con su madre. Entre otras cosas me hizo pensar en las
consecuencias que tienen en nuestra vida adulta las
experiencias durante el desarrollo.
Uno de los libros que más me han tocado el corazón. También recomendado por mi hermano, lo leí hace años, y a menudo pienso en él. Rosa Montero hace un hermoso paralelismo entre el diario que Marie Curie escribió tras la muerte de su marido y uno de los momentos más dolorosos de su propia vida. Un texto que me emociona especialmente por su defensa de la ligereza como forma de vida. Creo que puede ser bonito para leer en estos días en que valoramos tanto las pequeñas cosas.
Fue un regalo de cumpleaños de mi
hermano Javi y es el último libro que me ha acompañado
durante la cuarentena. Es cortito y va directo, así que lo
devoré en un día. Con una premisa sencilla, te enamoras
de sus personajes. Dos “perdedores” que aparentemente no
tienen la suerte de su lado... Cada vez que vea una estrella
fugaz me acordaré de la ternura de Sánchez.
Lo que opina Macarena García